- ...pierdo la humildad, considero al otro ignorante. Técnicamente, me siento y creo que soy superior a todos.
- ...me creo virtuoso, mejor por nacimiento.
- ...me siento dueño de la verdad y del saber.
- ...me cierro a la participación de los otros, no los considero capaces de mostrarme una parte del mundo.
- ...no soy capaz de escuchar.
¿Notas cómo todas se parecen? Porque si se tiene una de estas actitudes, lo más probable es que estén presentes todas. Así que si te sientes identificado con estos ejemplos, lo mejor que puedes hacer es intentar cambiar. Analizar lentamente por qué actúas así, y cómo puedes cambiarlo, porque te aseguramos, que estas actitudes mencionadas, no le agradan a nadie.
Nadie es por completo sabio o ignorante. Todos sabemos algo e ignoramos algo. Y siempre hay algo qué aprender. Somos seres humanos, y no somos perfectos. Pero eso no significa que no haya espacio para un cambio. Cómo seres pensantes, tenemos la oportunidad de contruirnos, conocernos, y aprender del mundo y de nosotros. Recuerda, la humildad es clave en un diálogo sano.
-Palabras adolescentes